martes, 2 de octubre de 2012

Tlatelolco, de Jaime Sabines

Queridas y queridos:
Me anticipo esta semana, pues me urgió compartir con ustedes este texto: Tlatelolco, de Jaime Sabines. Hoy, 2 de octubre, seguimos diciendo: No se olvida. Encontrarán el poema en: http://tlatelolco.canciones.free.fr/Jaime%20Sabines.htm
Quisiera que en los comentarios digan qué les significa: [...] la sangre echa raíces / y crece como un árbol en el tiempo.
Un día, otro día más, de luto nacional.

14 comentarios:

  1. como son las cosas el gobierno protege sus intereses personales, y no del pueblo,por cada día el salario es mínimo ,el precio de la canasta básica de toda familia es mas caro y cada vez alcanza menos,realmente hay trabajos bien pagados y apoyo al campo mexicano,pero sin querer el gobierno nos tan matando poco a poco.

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    1. Tienes razón, Eusebia, respecto del gobierno. Ahora dime, qué crees que significa: [...] la sangre echa raíces / y crece como un árbol en el tiempo.

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  2. “Pero la sangre echa raíces y crece como un árbol en el tiempo” J.Sabines.
    Estimada Maestra Queridita: Pues seguimos en sus propuestas de lectura que nos refieren a hechos trágicos que han marcado la historia de México. Primero “Las ruinas de México” de José Emilio Pacheco sobre el terremoto del19 de septiembre de 1985 y ahora “Tlatelolco” de Jaime Sabines con el asesinato de estudiantes el 2 de octubre de 1968. ¿Cómo pasa el tiempo Maestra? Ya de eso hace 44 años de aquella trágica y lluviosa tarde de miércoles del 2 de octubre de 1968 en la ciudad de México donde la “paloma de la paz” de los juegos olímpicos aleteó sobre las flores marchitas del jardín de Tlatelolco. A estas alturas todavía me entristece la suerte que corrieron todas las personas que fueron asesinadas inútilmente, pero más me duele el dolor que dejó la muerte de todas ellas en el seno de sus familias. El dolor de la muerte permanece siempre y el bálsamo es la misma muerte. ¿Qué necesidad había de llegar a tal extremo? Ninguna pienso yo. Solo la soberbia de un sistema y el poder que lo cobija y el protagonismo inmisericorde de los que tienen las riendas de las decisiones fueron los causantes de esta desgracia.
    Hoy en retrospectiva, evoco las imágenes y sentimientos de aquella tarde, a los 16 años, en que mis emociones juveniles estallaron, arrobado, con miedo, confusión y llanto. Y hoy cuando tengo oportunidad de platicar con los jóvenes que les mueve a participar activamente en movimientos sociales, les aconsejo sean prudentes y no se expongan inútilmente a la fuerza brutal de los agentes represores del Estado, pues va de por medio su vida y la consecuencia de un dolor en sus familias que permanecerá todo el tiempo. Espero que algún día este país se conduzca por el diálogo, el respeto y la responsabilidad.
    Mientras tanto que la memoria de los asesinados no se olvide, que no se arranque esta triste pagina de la historia de México y que el sacrificio de los muchachos que soñaron en un país más justo, se siembre y enraíce en la conciencia de la nación dolida, esperando que algún día la justicia de sus frutos y México sea un país mejor.
    Le saludo con afecto.

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  3. Este texto explica muy elocuentemente uno mas de los momentos mas penosos de México, mientras se mataba a estudiantes, personas inocentes que solo estaban defendiendo su derecho a la libre expresión, y a personas que ni siquiera estaban en ello que solo pasaban por allí. Los demás mexicanos y el mundo solo se entero de las olimpiadas que se iban a festejar. Y lo peor de todo es que analizando la situación, y aunque nos sigamos diciendo que no se ha olvidado, que todavía llevamos en la mente a los asesinados, al parecer no es verdad, ya que vendemos nuestra patria con mucha facilidad, y no se apoya a los estudiantes que se atreven a pelear por el México que se desea. Espero que este suceso nunca se vuelva a repetir. Saludos.

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  4. Rubí Ventura Sarmientos11 de octubre de 2012, 19:04

    Cuanto tiempo no ha pasado desde que, aquella matanza sucedió, cuanta información no se dio a conocer y cuantos muertos nunca pudieron ser reclamados por sus seres queridos. Al parecer somos un país que esta destinado a olvidar, pues, seguimos cometiendo los mismos errores, seguimos destruyendo los ideales que ellos tanto lucharon por establecer, simple y sencillamente nos olvidamos que era lo que ellos seguían y hemos seguido a personas que solo buscan cambiar la historia y ademas buscan su propio beneficio.
    Cuando el autor dice "Pero la sangre echa raíces
    y crece como un árbol en el tiempo."
    Se refiere a que, aun cuando se mato y trato de silenciar a el pueblo, siempre habrá alguien que recordara que fue lo que sucedió, siempre habrá una madre, una hermana,una hija, una esposa, etc., que recordara que paso, siempre habrá un caudillo que busque nuevamente que se haga justicia, siempre habrá alguien dispuesto a seguir luchando, y así como habrá personas dispuesta a seguir luchando habrá persona dispuesta a escuchar y personas dispuestas a buscar que se haga justicia. Siempre habrá un patriota en al trinchera persiguiendo la justicia.

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  5. "Pero la sangre echa raíces y crece como un árbol en el tiempo."
    Para mí significa que la matanza del 2 octubre ha quedado y quedara por siempre grabada en la mente de las personas de aquellos que de alguna forma vivieron directamente esta masacre y de aquellos que fueron testigos de ella, y seguirá pasando de generación en generación nunca sera olvidada ni perdonada.

    Eso es lo que rescato de esta frase, si embargo haciendo una reflexión como es que rendimos tributo a todos los que lucharon y cuya vida les fue arrebatada por defenderse de un gobierno tirano, realmente estamos haciendo algo en el presente por mejorar, por cuestionar a nuestros gobernantes y no dejar que nuestros ideales mueran.

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    1. Supongo que tus últimas frases son interrogativas. ¿Es así?

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  6. Aunque muchos quisieran lo contrario, el 68 siempre será un recordatorio de que en este país como en cualquier otro, no puede haber paz sin justicia.
    Porque quienes quieren tirar al olvido lo ocurrido en Tlatelolco le apuestan al paso del tiempo. Que los protagonistas envejezcan y mueran y que las nuevas generaciones vean el hecho a la distancia como una anécdota más en nuestra historia.
    Pero la cosa no es así. Tlatelolco significó una herida que no se puede cerrar tan sólo con el silencio, con la impunidad y complicidad del gobierno con los responsables. Es necesario que haya justicia.
    Es que un hecho tan ignominioso como Tlateloco no puede quedar impune. Hacerlo supondría aceptar que si la sombra de la impunidad protege a los responsables del 68 entonces ésta misma puede aplicar en otros tantos hechos de sangre.
    Y porque esta misma impunidad y falta de justicia fractura a la sociedad. No sólo a las víctimas directas sino al tejido social en su conjunto.
    De ésta fractura no se salva nadie. Recuerdo una de las historias del 68.
    El entonces teniente de caballería Benjamín Uriza Barrón (hijo del General Rubén Uriza y, paradójicamente, medallista olímpico en Londres)tenía su domicilio en Tlatelolco.
    El día 21 de septiembre su madre, su hermana y su novia fueron agredidas por un grupo de granaderos quienes desde entonces ya se encontraban en Tlatelolco. Uriza sacó su arma, disparó, mató a dos granaderos y a otro lo dejó parapléjico.
    El teniente se entregó y a partir de ese momento su vida tomaría otros derroteros.
    De tener la promesa de un futuro brillante en el ejército y como caballista al igual que su padre, Benjamín Uriza terminó en prisión. Estigmatizado tanto por sus compañeros de armas como por los estudiantes perseguidos y ni qué decir de su padre. Para quien supuso una gran vergüenza.
    ¿Se hizo justicia? ¿Para los granaderos muertos que recibían ordenes de quién sabe quien? ¿A ese quién sabe quien que quedó impune? ¿Para el político que le ordenó a ese quién sabe quien y que también quedó impune? ¿Para el militar que fue encarcelado por defenderse? ¿Para su familia que quedó irremediablemente destrozada?
    Es imposible hacer justicia en hechos como éstos. La única manera es en que estos no vuelvan ha ocurrir

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    1. No sé si estoy de acuerdo. Creo que siempre debe haber justicia, que debemos luchar porque ocurra.
      El hecho de que no ocurra, de que no se haga, no invalida el derecho a obtenerla.
      La memoria, el recuerdo, la historia, crónica de los hechos deben servir para que los demás los conozcamos y, también, luchemos para que no se repitan.

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  7. Aunque no es de mi época, es un hecho que sacudió a nuestro país, tanto que hoy en día es un acontecimiento político-social recordado año tras año y que NO SE OLVIDA, es un acontecimiento que es parte de la historia de nuestro México, un México crudo, un México sin justicia, con corrupción, con muchos defectos, pero que las nuevas generaciones esperamos lograr cambiar aunque sea un poquito, tratando de luchar para que las cosas en éste país mejoren y no nos hundamos más.

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