Queridas y queridos:
Para esta semana, y considerando que acabamos de pasar el día de la madre y el día del maestro, y, también, el dolor profundo que nos inunda cuando revisamos lo que pasa en nuestro país, les propongo un material fresco, tierno y amoroso: Adivina cuánto te quiero, de Sam McBarney, con ilustraciones de Anita Jeram.
Se los envié ya. De todas formas, les anoto aquí la liga en donde lo pueden encontrar: http://www.intercambiosvirtuales.org/infantiles/adivina-cunto-te-quiero-sam-mcbratney, aunque les advierto que yo no pude regresar el proceso que realicé antes para lograr obtener el material en PDF y, por ello, no pude encontrar el documento; se los pongo porque tal vez ustedes sí lo logren.
Espero sus comentarios.
PD: Migue consiguió localizar un sitio (http://www.mundopeke.com/web/cuentos/cuentos-infantiles.htm) en donde puede verse cada una de las páginas del libro como si fueran fotografías, una por una, así que si entran a ese sitio podrán leerlo directamente si necesidad de que yo se los mande vía electrónica. Disfrútenlo. [Gracias, Migue, nuevamente]
¡Wooow! Me ha pasado tantas veces esto, que lo he convertido en lo que una vez me dijo una amiga psicologa de Veracruz:en una escalada simétrica, casi como una competencia jojojo y he reconocido que no debe ser así, que hay muchas formas de manifestar el amor por las personas. Este libro en si mismo me parece eso, una forma amorosa de hacernos sentir lo querido que somos.
ResponderEliminarAsí es, en efecto, y sin cuantificar, sólo eso: querer, amar.
EliminarHola bellos colibris.
ResponderEliminarRealmente esta selección, fue remitirme a mi infancia, adolescencia y al presente. Es un juego que nunca termina, aunque sabemos que el amor no puede ser medido, pero en ese hábito de buscar asombro para expresar en cuánto queremos una persona, puedo decirles con gran honestidad que a veces recurro a ese momento como el juego; y en el juego me encanta la posibilidad de respuestas y para ganarles el decirle a la gente que uno ama “hasta el infinito y más allá”. Jeje.
Por supuesto, que el demostrar el amor tiene múltiples formas y lo más bello es que así de tan sencillo podemos decirlo.
A ustedes mis bellos colibrís, si no lo saben, les expreso que los amo mucho.
Y "mucho" abarca "mucho". Jajaja.
EliminarEres correspondida, Joks querida.
Al igual que Migue, es un juego que al que he recurrido muchas veces, como niño y como padre. Cuando niño, recuerdo que el amor en sí dejaba de ser importante y más bien me concentraba en hallar la conmensuración más ingeniosa y mayor a la de mi mamá. Ahora que soy padre, hay un argumento de Chago y Vale con el que siempre pierdo en el éxito más rotundo: —Te quiero con todo mi corazón y como para mi no hay nada más grande que sus corazoncitos, entonces, declararme vencido es la mejor forma de manifestarles mi amor.
ResponderEliminarPor esas múltiples razones que hemos dado todos aquí, el texto es un clásico.
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