Queridas y queridos:
Mi propuesta de lectura para el día de hoy es el texto de Rogelio Guedea titulado Esto también es México, publicado recientemente en La jornada semanal. Lo elegí por el optimismo que imprime para constatar que todavía hay esperanza, esperanza con sustento firme, dadas las características de muchas personas en este país.
Pueden encontrar el texto en: http://www.jornada.unam.mx/2012/04/29/sem-rogelio.html
Espero sus comentarios.
Creo, que a veces no estamos acostumbrados a que nos traten bien y desconfiamos de casi todo, por lo general de la gente. Pero yo tambien creo que habemos muchos, como la señora de los jugos, que creemos en que hay otra cosa mejor, en que hay otra vida más generosa. Muchas gracias por esta lectura. Saludos a todos.
ResponderEliminarDe acuerdo contigo, Migue querido. A veces, cuando nos encontramos a alguien tan generoso, pensamos: ¿qué querrá? ¿con qué saldrá después? ¿cuánto me pedirá? porque ya desconfiamos hasta de nosotros mismos.
EliminarCon todo, y a pesar de ello, seguimos siendo, igual que muchas, muchas personas, generosos, entregados, interesados en el bien de los demás...
Hay momentos en que me descubro desconfiada de tantas cosas, sumergida por una colectividad de incertidumbre por el caos que vivimos como sociedad y me enoja sentirme de momentos así. Pero siempre hay lecciones que a pesar de todo nos muestra a quienes creen en una sociedad diferente, que sus acciones aunque parezcan pequeñas, serán inmensas para quien recibe. Y puedo decir que son experiencias interesantes que marcan momentos de nuestra vida.
ResponderEliminarGracias. Un abrazo y besos a todos.
Hay que sobreponerse al desaliento, Joks querida, sin duda, porque si nos vence estamos perdidos.
EliminarGente como esa señora, y como tantas otras que están por aquí, cerca, sin duda, nos devuelve al mundo en que queremos vivir. No lo olvidemos.
Hay muchos confundida que llama "pendejo" al generoso, creo que al pensar así ellos se convierten en pendejos y pierden cuando creen que han triunfado sobre el generoso. Todo eso se revierte y el generoso encuentra la satisfacción en sus propios actos. Me gusta pensar que de la poca generosidad que he tenido a bien profesar, han derivado los eventos que hoy llenan mi vida con amigos como ustedes.
ResponderEliminarUn abrazo.
El asunto de la inversión es cotidiano, complejo y frecuente. ¿Cómo se llegó a eso? ¿Cómo se puede revertir?
EliminarSe entiende que en esta vida debe haber de todo pero a veces creo que nos ha tocado mucho de lo peor.
Cuando me sorprendo diciendo: "Antes no era así", también me sorprendo al pensar: "Será peor después", pues quiero más el México que descubre Guedea para nosotros.
Yo también lo quiero así. Pienso, escribo, borro, vuelvo a escribir... creí que tenía una explicación respecto de cómo llegamos a eso, pero lo que escribo termina por sonarme siempre a una descripción que no termina por llegar al origen, tal vez así de viejo es el problema y está tan cubierto de polvo y telarañas que no podemos ver dónde empezó. De lo que sí estoy seguro es que la mejor forma de revertirlo es formar a las nuevas generaciones con el testimonio de nuestro vivo ejemplo. En eso trabajo todos los días con mis hijos.
EliminarA pesar de ser un texto breve, resume perfectamente esos detalles cotidianos que nos levantan el ánimo. El texto nos hace recordar que, sobre todo en una ciudad tan acelerada como lo es el Distrito Federal, en donde las personas, generalmente, van corriendo para llegar a sus destinos sin detenerse a dar un respiro y a veces sin nada de humanidad, se den casos así, sin que nadie les ponga atención. Me parece que el personaje es consciente del vertiginoso día a día y que esa acción le dio un respiro y lo saco de ese torbellino y lo hizo dudar, pero el gesto de la señora fue tan significativo que el personaje principal se sintió acogido por la ciudad. Me llama la atención cuando dice que la señora levanta la mirada y después de observarlo decide darle el jugo, eso me indica que, la señora, vio en el joven a una buena persona y le dio la confianza para darle el jugo y un poco más. Es un texto que cuenta una anécdota que realmente levanta el ánimo y que nos recuerda que todavía debemos confiar a veces un poco en las personas.
ResponderEliminarDe acuerdo contigo, Luis Ricardo, por eso decidí incluir ese texto. Confianza, optimismo, necesitamos cada día para seguir viviendo en este país actualmente
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