jueves, 22 de marzo de 2012

La debutante, de Leonora Carrington

Queridas y queridos:
Hoy les propongo leer La debutante, de Leonorda Carrington, texto que ya les envié pero que también pueden encontrar en: http://www.issfam.gob.mx/archivos/sala_lectura/archivos/pdf/ensayos/La%20Debutante.pdf.
Seguramente ustedes recuerdan a Leonora como pintora, pero tuvo otras muchas actividades artísticas, entre otras la de narrar historias. Si estas historias, como sus pinturas, son o no surrealistas o fantásticas, lo podemos dejar un poco de lado por ahora. Lo que sí es cierto es que salen de la realidad de cada día.
En esta red maravillosa, Internet, podrán encontrar muchas muestras de sus obras. Échenle un ojito.

Antes de despedirme, le doy la más cálida bienvenida a nuestra nueva participante: Ojalá te guste este espacio y disfrutes como los otros colibríes de él.
Espero sus comentarios.

21 comentarios:

  1. Un cuento digno del Bestiario. Qué agradable sorpresa literaria, no tenía idea de este trabajo de Leonora Carrington (como no tengo idea de muchas cosas, claro) pero me gustó reteharto.
    Como bien dices, Nadia, al margen del surrealismo y lo fantástico de la historia, me impactó lo que yo percibí como una alegoría de la marginación social y los absurdos criterios y valores que la sustentan, pero me impactó aún más la alusión a que esto nace en el seno de la propia familia.
    Por otra parte, agradecí a la autora el final inesperado porque cuando leí el relato que hace la madre al final, pensé que la hiena iba a rematar con una descomunal y pestilente flatulencia como castigo a las ínfulas de sofisticación de los asistentes al baile.
    Visto con el ojo clínico del psicólogo, bien podríamos estar frente al relato literario de un caso de esquizofrenia con trastorno de disociación de la personal, por lo que interpreto que la hiena es en realidad el alter ego de la niña.

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  2. No se qué pasó, yo ya había comentado La debutante y ahora que vuelvo a la entrada para ver si hay más comentarios, estos aparecen en cero.
    Recuerdo comenté algo respecto de que es un cuento digno de Bestiario y que al margen de lo fantástico de la historia enseña cosas muy concretas sobre nuestra realidad social y lo agresivas que resultan las sofisticaciones de la cultura... pero ya no sé donde quedaron. ¡Me frustré!

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    1. Vaya... ahora que publiqué lo de arriba ya apareció el anterior... ya me desfrustré pero me volvi a frustrar por haber experimentado frustración por nada.

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    2. Bueno, S. Quizá experimentaste la misma frustación que la debutante al tener el compromiso del baile, jajaja.

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    3. Jajaja. Estamos jugando como le habría encantado a Leonora. Jajaja. Estás pero no te ves. Insistes y ahí estás. Jajaja.
      Por supuesto que este universo virtual se presta a esos juegos de ilusión, por más que estemos en el terreno de la práctica de la ciencia.
      Jajaja.

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    4. Pior tantito S, porque fue como si hubiera decidido debutar y que nadie me pelara, jajaja.

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  3. Yo sentí que leía un sueño, entre la realidad y la “locura”, porque pasan muchas cosas en un periodo de tiempo aparentemente corto, de palabras muy breves. Me parece alucinante su encuentro con la hiena inteligente que aprende francés, más aún la “genial” idea de sustitución de roles y organización de los preparativos para concretar el plan. Primero, me dio risa la idea de que la hiena ocupara el lugar de la debutante, sonaba atrevido, divertido; pero cuando se enfrentan al problema del antifaz, me pareció espeluznante. La reacción de la debutante cuando la hiena asesina a Marie, la criada, me parece muy cruel y desvergonzado. ¿Seré tan culpable como la debutante por quedarme mirando en la ventana mientras suceden cosas desagradables para transgredir otras? ¿Seré tan culpable como la madre a la que le preocupa más la convención social que lo desafortunado de los actos? Mejor voy a recurrir a unas palabras de Oliverio Girondo, en su poema Escrúpulo: He dicho, “me parece”. Yo no aseguro nada.

    Saludos a todos.

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    1. Tanto en el mundo "virtual" como en el "real" hay más de un punto de contacto, o encuentro, sin duda, por eso nos atrae lo que no comprendemos, aunque nos alejamos. Un juego constante
      También creo que todos somos responsables, en la medida de que participamos del género humano, de lo que hacen nuestros pares.

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  4. Hola, aquí reportándome y agradeciendo la bienvenida, aunque sea un poco tarde, me pasó como a Isaac, respecto de la frustración, porque quise participar desde el día en que Nadia me invitó e integró, pero después de que había escrito algunas cosas -que ahora ya no recuerdo-, la pantalla se congeló y nunca pudo salir mi comentario, en fin, como dice Nadia cosas del "universo virtual". Leí el cuento de la debutante y me impactó la narración cuando la hiena se come a Mary con la complacencia de la debutante, coincido con Migue en la sensación que tuvo, pero no lo había relacionado con esa sensación de culpa compartida, me parece una reflexión interesante de Migue. Coincido también con Isaac respecto de la fuerte influencia social que existe que, en muchos casos, nos obliga a hacer cosas que realmente no queremos o no nos hacen sentir a gusto... ¿cómo librarnos de esa influencia social? ¿respetando y lograr que respeten las valiosas diferencias individuales? Complejo ¿verdad? El final me pareció extraño pero invita a seguir reflexionando. Saludos!

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    1. Supongo quién eres aunque apareces como desconocida. Jajaja.
      ¿Serás un producto más del mundo fantástico de Leonora?

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  5. De acuerdo con todo lo que aquí se ha escrito... Me quedo también con una preocupación compartida: "¿Cómo librarnos de la [alienante] influencia social -no toda la influencia social es alienante?"; agrego una derivada del comentario de Migue: "¿Cómo le hago para no ser yo quien le joda (aliene) la vida a la gente?".

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    1. Grandes preguntas. A la primera, mi respuesta es con el razonamiento, la observación, el análisis y el juicio.
      Para la segunda, con más deseo que otra cosa, contesto que a partir del juicio puedo decidir no serlo, no hacerlo. Pero, como digo, es más lo que desearía que fuera que lo que realmente ocurre. A veces, muchas, desafortunadamente, ni siquiera soy consciente de la influencia que mis actos puedan desencadenar.

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  7. Relaciono el texto, con todo esto de las exigencias sociales, algo así como cumplir con espectativas sociales y familiares y querer huir de ello, tener que hacer cosas que no nos gustan. y bueno, enviar a una hiena a suplirnos creo que es una excelente pero poco viable idea. Me gustó mucho.

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  8. Hola, ¿saben en qué año se escribió el cuento? Gracias.

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  9. hola buenos días quisiera saber si alguien sabe la fecha en la que se escribió el cuento y cuando gracias

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  11. se escribio entre 1917 y 2011

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